Nilüfer Demir explicó en una entrevista las sensaciones que vivió al encontrarse en una playa con la triste escena que recorrió el planeta y convirtió la problemática de los refugiados en un tema de preocupación mundial. "Se me heló la sangre", dijo.
La fotógrafa tomaba imágenes en la península de Bodrum cuando se topó con la triste imagen de Aylan Kurdi, el niño sirio de tres años que murió ahogado tras el naufragio de una embarcación con refugiados.
A pesar de trabajar hace tiempo cubriendo noticias sobre este tema, indició: "Apenas vi al niño de tres años, Aylan Kurdu, se me heló la sangre.No podía hacer nada por él. Lo único que podía hacer es que su grito fuera escuchado en el mundo, y lo hice con su fotografía"."Sólo quería mostrar el dolor que yo sentí al ver a Aylan", agregó Demir en una entrevista.
Fuente: m1
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